Adoptar un animal de compañía suele traer mucha felicidad al hogar, pero ¡También es una fuente de dudas sobretodo si eres primerizo/a!
¡Vamos a intentar responder las dudas más comunes que nos preguntan en la clínica!
Para empezar:
Crearemos una zona segura, antes de su llegada, para el cachorro dentro de casa que debe tener todo lo que él necesita. Resulta primordial que tenga la cama, un cuenco de la comida, otro para el agua, un sitio donde pueda hacer sus necesidades y otro donde tenga sus juguetes.
Puede ser una habitación concreta ó un espacio del interior de la casa delimitado con vallas, entre muchas otras cosas que se nos pueden ocurrir. Lo fundamental es que el animal no corra peligro y podamos salir de casa sin tener que preocuparnos que muerda un cable, ingerir cosas o generar algún destrozo.
En esta zona ha de ocurrir todo lo bueno: caricias, juegos… y también debe tener los juguetes donde pueda entretenerse él solo.
¡Importante!
Separar bien cada cosa, la cama en un rincón, su comida en otro y la zona para hacer sus necesidades siempre alejado de las ya comentadas. ¡Qué nuestro cachorro sepa diferenciar donde hay que hacer cada cosa!
¿Cómo otorgar los hábitos higiénicos correctos?
La clave consiste en anticiparse y disminuir la probabilidad que el cachorro cometa errores, premiar cuando lo haga bien y nunca se debe castigar si ya ha cometido el fallo debido a que tampoco lo entenderán, solo escucharán tu tono enfadado, no lo relacionarán con eso.
Por ejemplo:
Sabemos que hará pis al despertarse, después de jugar y que hará sus deposiciones una media hora después de comer. Por lo que deberemos adelantarnos y tendremos previsto salidas a la calle o visitas a su diario/empapador en esos momentos. Si no lo conseguimos… ¡Paciencia! Lo acompañaremos con frecuencia al lugar que queremos y lo premiaremos cada vez que lo haga en esa zona.
¡Importante!
Podría ser que hasta los 12 meses el cachorro no pueda controlar bien sus esfínteres. Deberemos concienciarnos, algunos lo aprenderán antes que otros, pero aun así pueden cometer fallos, no dejan de ser bebés.
Consejo:
Nuestro cachorro podría coger el hábito de hacer el pis en el mismo sitio por marcaje. Para eliminar el olor lo mejor es usar un detergente de tipo enzimático, como el vinagre de manzana, de esta forma no localizará donde lo hizo la última vez y nos será más fácil reconducirlo hasta el sitio adecuado.
El día a día
La rutina es vital al tener un cachorro, a ellos les gusta vivir en un ambiente predecible, ya sea en las horas de comer, en su paseo o en la hora de jugar.
¡Importante!
El consenso de las normas en la casa resulta vital para no confundir a nuestro pequeño.
Lo normal es que cada persona que se relacione con él tenga un concepto distinto sobre como comportarse y como educarlo. Pero, la falta de uniformidad produce en el animal una sensación de confusión que puede favorecer la aparición de conductas inadecuadas.
La importancia de la buena alimentación.
Nosotros siempre aconsejamos un buen asesoramiento por parte de un veterinario o un auxiliar veterinario. La adquisición de un buen pienso para él lo encontrarás en la clínica o en una tienda especializada en ellos.
Consejo:
Centrarse en su desarrollo mediante una buena alimentación disminuirá las probabilidades de padecer signos de enfermedades ortopédicas y de obesidad en su etapa adulta y le beneficiará de un estado de salud fuerte.
Opcional:
Podemos ofrecerle premios y otras dietas caseras en momentos puntuales pero no debemos acostumbrarle a comer cosas fuera de su dieta ya que corremos el riesgo que rechace su pienso, con la consecuencia que empiece a carecer de nutrientes esenciales que solo podría adquirir en su pienso.
La socialización y las relaciones con su entorno.
Deberá seguir las pautas del veterinario para estar seguros que garantizamos su salud, ya que vamos a presentarle los estímulos que formarán parte de su entorno. Hay que tener un cuidado especial y fijándonos en que la intensidad del estímulo sea progresiva para no causar posibles traumas.
Por ejemplo, cuando ya pueda salir de paseo (nuestro veterinario nos lo indicará), podemos empezar a ir al pipi-can a horas de menos afluencia para que se vaya acostumbrando poco a poco a relacionarse con otros perros.
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